21.10.05

Recóndita (des)armonía

Sin duda no deja de ser una coincidencia irónica, e incluso incómoda, que casi simultáneamente Leonardo Aguirre y yo hayamos publicado textos el uno acerca del otro. Y más aun si el mío es una dura crítica de sus escritos y el suyo es, más bien, una defensa de mi trabajo.

Por supuesto, no me queda sino agradecer sus palabras. Por una cuestión de coherencia y de honradez, lamentabletemente, no corresponde que yo modifique las mías.

Esta situación curiosa y anecdótica servirá, al menos, para probar a los escépitcos que no todo el periodismo cultural se guía por amiguismos ni todo en él se basa en dudosos principios de reciprocidad.

No hay comentarios.: