20.9.09

Encuentre las diferencias

Dialogando se entiende la gente

"El escenario de las acciones de sus novelas posteriores,
Débora y Vida del ahorcado, puede ser trasladado a cualquier urbe de la época. Pero es Quito, allí están el tranvía, las callecitas empedradas".

(Víctor Mural, 17 de setiembre por la mañanita).

"En el blog del inefable Víctor Mural descubro un post entero dedicado a corregir y enmendar la lista de diez lugares imaginarios de la fantasía literaria latinoamericana que publiqué aquí mismo hace unos días. Mural aporta tres lugares; uno de ellos es el Quito de Pablo Palacio. Una vez más, demos gracias al señor nuestro dios porque el blogger prefiriera dejar su nómina inacabada. Habría tenido que seguir el Miraflores de Vargas Llosa, el Barranco de Martín Adán, la Huamanga de Nieto Degregori..."

(Gustavo Faverón, 17 de setiembre por la tardecita).

"La ciudad que describe, desde la insanía creativa, Palacios en
Débora y Vida del ahorcado ya no es Quito ni ninguna otra real".

(Víctor Mural, 17 de setiembre por la nochecita).



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Gustavo. En tu listado de lugares imaginarios tú incluyes el subsuelo de Buenos Aires, que es un lugar todo lo fascinante que desees pero completamente real, y además Comala, un pueblo que existe y que evidentemente no conoces porque se parece en parte al pueblo fantasmal de Rulfo.

O sea que practicas lo mismo que criticas. Espero que seas valiente y pongas este comentario respetuoso. Saludos.

Gustavo Faverón Patriau dijo...

Ja. Buenos Aires no tiene, aunque esto te sorprenda, una compleja red de habitaciones y edificios subterráneos diseñada por los miembros de una conspiración de ciegos. Sí existe un pueblo llamado Comala (que mencioné en el post), así como existe una hacienda bananera llamada Macondo, pero no comparten con la Comala de Rulfo y el Macondo de García Márquez otra cosa que el nombre.

Ah, y por si acaso, los comentarios "respuetuosos" no suelen ser anónnimos que terminan con "espero que seas valiente".

Anónimo dijo...

Ese Víctor Mural no tiene talento para nada, ni para crítico ni para narrador (como poeta ya murió hace tiempo). Deberías preocuparte por cosas más importantes.