4.2.11

Carta de Ampuero

Algo más sobre Tulio Mora y el berrinche mayor del sonido

Como ha sido aludido en más de una de las intervenciones de Tulio Mora, es justo que yo publique aquí esta carta abierta que el escritor Fernando Ampuero me ha enviado en referencia a los comentarios del primero y, en general, al altisonante escándalo generado por las opiniones de Mora sobre al antología consultada de poesía peruana.

Lo sé: esta carta llega después de que yo he hecho un silencioso llamado a la clemencia, los buenos modales y la compostura; y habrá quienes crean que el texto va más allá de esos linderos. Pero, teniendo en cuenta que Mora ha desoído el pedido y sigue enviando comentarios agresivos contra mí y varias otras personas, que una de ellas tenga este derecho a la respuesta parece más civilizado que bárbaro.

MORA EN SU HORA ZERO
Por Fernando Ampuero

Querido Gustavo:

No es buena idea enzarzarse en discusiones con cretinos y matones de la catadura de Tulio Mora. Aparte de ser una persona desagradable y un mal poeta (nadie en mis cuarenta años de vida literaria me ha citado jamás un verso suyo), Mora nos hace saber hoy que es también un individuo amargado e infeliz: basta ver cómo detesta a tantos de nuestros poetas y escritores. Él, en realidad, no quiere ganar las discusiones, sino simplemente aprovechar la ocasión de lidiar con alguien de tu categoría intelectual con el exclusivo fin de conseguir que los reflectores lo iluminen.

Sus esfuerzos, eso sí, son inútiles. La oscuridad pegajosa de Hora Zero no va a disolverse así nomás, como por ensalmo. Esta gente, los argolleros de Hora Zero, son seres oscuros, feos y sucios, y, para colmo, sumamente torpes, y lo prueba el hecho de que hayan utilizado como pretexto de sus diatribas la futura existencia de una antología, una más entre tantísimas.

¿Qué rayos les sucede?, me pregunto. ¿Por qué atacan tan enconadamente a unos profesores aplicados? Lanzar una antología de poemas tiene que ver sobre todo con el gusto, no con la ciencia. No hablamos de la NASA y el lanzamiento de cohetes a la Luna. Una antología consultada, con sus aciertos y sus errores, es una fotografía del momento. ¿O acaso piensan que en esas páginas se decide la gloria literaria? No, no lo creo.

Mora, que ya es un vejete (ridículo) a estas alturas, no debe ignorar que las únicas antologías válidas las hace el tiempo. Hay que darle tiempo al tiempo. (Lean el genial cuento Enoch Soames, de Max Beerbohm, en la Antología de la literatura fantástica, compilada por Borges, Bioy y Ocampo). ¿Por qué Tulio Mora desespera entonces? ¿Por qué se siente tan frustrado?

Por esa sola razón, que ya he mencionado: la pegajosa oscuridad. El grupo Hora Zero, lo vaticino, no será nada más que una anécdota (un par de párrafos, a lo sumo) en la historia literaria del Perú, y allí quedará en claro que quienes lo conformaban eran una gentuza que metía bulla para ganar publicidad, o que escribía versos de amor, al parecer, con el objeto de reclamar luego al Estado una pensión vitalicia (?).

Todas sus pataletas se olvidarán; todos sus panfletos incendiarios se apolillarán. Y si por un azar algo de ellos sobrevive, creo yo, será porque vivieron en una época, los años setenta, en la que también vivían buenos poetas como Watanabe, Verástegui y Sánchez León, dignos compañeros de ilustres vates de otras generaciones, como Eielson, Belli, Antonio Cisneros y BlancaVarela, entre otros grandes escritores peruanos del siglo XX, gente sensible y silenciosa, poetas de veras luminosos.

¿Qué es Hora Zero, a fin de cuentas? ¿Un grupo de revolucionarios? ¿Una secta anti-sistema? ¿Algún gobierno de las últimas décadas los ha tomado en cuenta? Nada de eso. Mora, hasta donde sé, trabaja en el área de publicidad de la Coca-Cola de Lima, lo cual no tiene nada de malo, pero no por ello tiene que endilgarnos sus berrinches.

Para terminar, quiero hacer una aclaración: Mora me ha señalado como “un enemigo feroz” de Hora Zero. No es así. Hasta el momento de escribir esta carta, poco o nada he opinado públicamente sobre ellos. Algún día, quizá, habré comentado algo a la ligera, sin importancia. De manera que, por favor, lee con atención lo que sigue: tú, Tulio, y Hora Zero me importan tres pepinos. Mi vida no está ligada a la tuya en nada.

Lo único que sí he dicho, aunque entre amigos, es que su libro Cementerio general me parecía un escandaloso plagio disfrazado de Spoon River Anthology, de Edgar Lee Masters. Después, naturalmente, me arrepentí de esa opinión. No he debido ofender a Edgar Lee Masters con esa comparación.

...

31 comentarios:

Jerónimo Pimentel dijo...

Es graciosa la falta de conocimiento que Fernando Ampuero tiene sobre poesía peruana. Ignora que los "aplicados" profesores de la Universidad de Lima sí tuvieron una pretensión científica, hecho evidente al notar el nombre del instituto que los auspicia, la (mala) utilización de las técnicas cuantitativas y la omisión de lo que él reclama, el gusto personal. Ignora que el reparo inicial de HZ al proyecto era metodológico, no necesariamente sobre los resultados mismos (salvo en el caso de uno de los poetas que, además elaborar la encuesta, se incluyó como candidato y "ganó"). Ya hablando de resultados, ignora que cuatro poetas que formaron parte de Hora Zero alcanzaron los diez primeros lugares (Verástegui, Ollé, mi padre y Santivañez), lo que hace que su mezquino vaticinio nazca muerto. No puedo discutir la descalificación de la obra poética de Tulio porque el encono y la mala leche no soportan argumentos, pero leer el nivel de exigencia que tiene con la poesía el autor de Muslo que Subo es, por decir algo suave, desternillante.

Eso es ignorancia, pero faltan las mentiras. Dentro de ellas está una que tú, Gustavo, has ayudado a difundir: que los poetas de HZ piden pensiones vitalicias al Estado. Sería bueno que precises quién lo dijo y quiénes y cuándo refrendaron dicho petitorio, porque hasta donde yo sé es completamente falso.

JP

Anónimo dijo...

Un solo poema de Cementerio General es mejor que todo lo que ha escrito Ampuero.

Anónimo dijo...

A los ignorantes y acéfalos:

Tulio Mora tiene varias obras maestras.

Libros recomendados: "País interior", "Oración frente a un plato de col", y "Cementerio General" (también tienen la traducción al inglés publicada en Inglaterra).


¿Y Ampuero quiere que leamos "Taxi driver sin Robert De Niro"? jajajaja, no nos hagas reír monarca reaccionario de la literatura ligh para viejas brutas!!!

Anónimo dijo...

A estos sujetos uno solo se los puede imaginar de tres maneras: instintivamente bestiales o bestiales a pesar de sus voluntad o malévolamente bestiales. El primer caso es solo penoso; el segundo llama a la reflexión y después da pena.

Mora es imposible como tercero de estos tipos. O sea, no creo que se haga el bruto. Es, más bien, un prístino representante de la cerrazón.

Sigue dándole en el lomo con el fuete hasta que regrese a su madriguera.

Anónimo dijo...

Trabaja en la Coca Cola? Cocacolacionarios del mundo, Unios!!!!!!!!!!!!!!!!!

Estos HZ tienen cada trabajito y asi la pegan de revolucionarios.

Anónimo dijo...

Oi, no te me caigas, pues, Jerónimo!!! Yo te leía bien bacán en El Comercio (by the way: ¿los de HZ no te dicen naa por trabajar en el periódico de la oligarquía?) y ahora te me vienes a involucrar tarde y mal en la polémica solo por la taquicardia de don Tulio "pongo chapitas a tu Coca Cola" Mora!!!!

Anónimo dijo...

Los blogs florecen cuando hay riña, cuando la mala fe campea entre la gente, como cuando el lío de andinos y criollos. Si no hay reyerta, los blogs se tornan anémicos, pierden popularidad y se hunden en la tristeza que genera la escasez de comentarios.

Esta realidad explica la duración de Puente Aereo. Su autor, estratégicamente selecciona, cada cierto tiempo, un tema que sabe controversial y se vale de él para prolongar su precaria existencia virtual.

Si en los posts de Puente Aereo tuvieran protagonismo las ideas, sería un blog aburrido y moriría decentemente en el anonimato. Su autor sabe muy bien lo que hace. Por eso, para sobrevivir en medio de las intrascendencias del universo virtual, practica el insulto abierto, la ridiculización del rival y un desdén que no puede ocultar rencores, odios suscitados quién sabe cómo y cuando.

Cuando surge una pelea que solamente pone al descubierto las miserias humanas, lo mejor es apagar el fuego. El blogger de puente Aereo abre cancha, genera espacio, llama a la gente para que se golpeen a gusto. El premio son 100 comentarios por post.

En esto Faverón se parece mucho al olvidado Leo Aguirre y al caricaturesco Ybarra, personajes con los cuales explicablemente se trompeó en varias ocasiones.

Cómo extraña uno blogs como Porta 9.

Jorge Frisancho dijo...

Jerónimo, aunque estoy en desacuerdo con las opinones de Ampuero sobre HZ y sobre la poesía de Tulio, que a mí sí me parece significativa, quiero recordarte una cosa: la objeción inicial que se les hizo a los organizadores de la antología consultada no fue metodológica únicamente sino también (y sobre todo) ética y moral. Se les llamó cobardes en el título de la primera carta, y en el contenido se les acusó de manipular los resultados para favorecer a Carlos López y a Luis Fernando Chueca. Tulio dice ahora que en este debate lo han insultado mucho, pero el tono lo pusieron él y tu padre, y quienes hemos tratado de discutir otros temas (tú y yo por ejemplo, o Sebastián) quedamos un poco al margen.

Jorge Frisancho dijo...

Jerónimo, aunque estoy en desacuerdo con las opinones de Ampuero sobre HZ y sobre la poesía de Tulio, que a mí sí me parece significativa, quiero recordarte una cosa: la objeción inicial que se les hizo a los organizadores de la antología consultada no fue metodológica únicamente sino también (y sobre todo) ética y moral. Se les llamó cobardes en el título de la primera carta, y en el contenido se les acusó de manipular los resultados para favorecer a Carlos López y a Luis Fernando Chueca. Tulio dice ahora que en este debate lo han insultado mucho, pero el tono lo pusieron él y tu padre, y quienes hemos tratado de discutir otros temas (tú y yo por ejemplo, o Sebastián) quedamos un poco al margen.

Anónimo dijo...

Tulio Mora está frustrado porque nunca sale en SOMOS o en COSAS, mientras que Fernando Ampuero está abonado a razón de cinco fotos por número, ya sean en la sección sociales o en "coolturales".

Anónimo dijo...

peleas graciosas y patéticas, por favor deténganlas de todo modos

Rafael Sánchez dijo...

Boquita de caramelo (verde)

Epítetos de Ferandno Ampuero sobre Tulio Mora:

- cretino
- matón
- desagradable
- mal poeta
- amargado
- infeliz
- vejete
- ridículo
- frustrado

Epítetos de Ferandno Ampuero sobre Hora Zero:

- argolleros
- oscuros
- feos
- sucios
- torpes
- gentuza
- grupo de revolucionarios
- secta anti-sistema

Y después dice que no es enemigo de Hora Zero.

¿Qué le pasó a este compadre?

Anónimo dijo...

Ampuero se manda con todo contra Tulio Mora, porque este alguna vez le recordó su papel de soplón de la policía.
Y su bronca contra HZ es de larga data, ya que los horazerianos le recordaron lo mal que escribe poesía. http://peru21.pe/impresa/noticia/ampuero-aqui-ha-habido-alianza-resentidos/2005-08-02/76674

vladimir herrera dijo...

Por fin puedo reconciliarme contigo Fernando. Desde los días de nuestro primer viaje a Europa. No debes retirar ni una coma de lo que has escrito sobre esa pandilla de haraganes. Sólo quiero agregar que me da pena que la familia Pimentel se deje llevar al despeñadero por un paranoico brutal y sin talento.

carlos vargas dijo...

Gustavo, se pierde una interesante ocasión de discutir sobre temas que parecía que a los involucrados, a todos por igual, nos eran urgentes: cómo diablos superar los problemas de inclusión en la literatura peruana, en la cultura extendería yo, cómo avanzar un paso aunque sea hacia proponer agendas concretas para asegurar más y mejores espacios culturales, nuevas antologías, congresos, polémicas con fecha y lugar. Debates intelectuales. se pierde esta ocasión una vez más, en nuestro enredado país. Y creo que tú, Gustavo, borraste con una mano lo que trataste de construir con la otra, al dar cabida a esta biliosa carta de Fernando Ampuero. Digo, no es que Tulio Mora no haya sido, para mi gusto personal, excesivo, atrabiliario, innecesariamente malcriado. Una pena su agresividad sobre todo porque soy de los que creen firmemente que la suya era la posición correcta en este asunto de la antología. Y que leyendo un poco con cuidado, incluso creo que tú y él andaban bastante cerca en sus reparos. pero se ha preferido una vez más el insulto, la violencia verbal, antes que las discusión de ideas. Por eso me apena que le des este tu espacio a Ampuero para hacerte eco de su carta absurdamente agresiva, también. Creo que ya Rafael Sánchez ha hecho una lista detallada de los insultos.
Ampuero ha encarnado con toda claridad lo que más se odia de la pituquería peruana: que sean pretenciosos, racistas, prejuiciosos y sobre todo, que crean que el mundo se reduce a su barrio. Fue muy extraño para mí leer que nadie le ha dicho algo bueno de Mora en 40 años. pensé que entonces el círculo en que se mueve el señor Ampuero es muy poco diverso, no? Lo digo porque uno de los primeros libros que llegó a mis manos y leí con fruición, en el viejo patio de la Unsa, fue la edición morada de Cementerio general, de Lluvia. Y el otro día, en la oficina de un colega en Carleton College, Minnesota, me volví a encontrar el libro. No creo que yo sea un cazador de incunables, ni nada parecido.
Lo que digo es que el ninguneo resulta estupidizando la discusión. También Mora hace lo mismo, y lejos de mostrar su obvio conocimiento y vuelo poético, solo deja la impresión de vacuo ingenio para el insulto. Adónde vamos con todo esto? A ningún lado, como pasó después del conflicto armado, no hemos aprendido nada de las peleas enconadas que no llegan a ser saltos cualitativos en la historia, no son ni revueltas ni pacificación ni nada, solo oportunidades para derramar sangre o bilis o ambas cosas. Aquí tirios y troyanos están condenados a la derrota. Francamente, desespera que no podamos salir de esas oposiciones. No soy pacifista cojudo, no quiero que Mora y Ampuero se besen mutuamente las barrigas. Lo único que pido como lector, como un profe que paradójicamente suelo incluir sus poemas o cuentos por igual en clases con gente joven, es que estén a la altura de los hechos y muestren que se puede hacer país aun con diferencias, y que digan de una buena vez si de verdad están comprometidos con solucioanr la injusticia y desigualdad de acceso apara escritores y lectores de literatura peruana, o lo único que quieren es airear su vanidad. A ver si evitamos que la maldita realidad nos siga obligando a ser enemigos siempre de alguien, incondicionales siempre de algo. Creo que hay un límite para los insultos: cuando lo que dejan cagado ya no es su nombre propio sino la idea misma de una actoividad como la literatura, siempre tan poco valorada por los poderosos.

Anónimo dijo...

Amén,amenen...

Anónimo dijo...

Cuando un loco andrajoso me tira una piedra por la calle, tengo dos opciones. O me visto de andrajos,
regreso y nos agarramos a patadas, o llamo a las autoridades respectivas para que lo coloquen a buen recaudo y le administren los electroshocks que necesita. Pero el autor de "Caramelo Verde" optó por la primera opción. Y las cosas no le han salido muy bien. Veamos:
Algo que no se puede quitar del terreno es el hecho de que Mora tuvo un papel definido en la poesía, en cierta época porque tampoco me parece de un nivel
imperecedero. En cambio, Ampuero no lo ha tenido jamás. Cuando reviso la producción poética de Ampuero, me pregunto si su inspiración habrá sido observar las ardillas que pululan por el parque Domodosola o las gaviotas desde una mesa de la Rosa Náutica. Es el segundo peor "poeta" peruano que he leído (del primero
prefiero no mencionar el nombre).
Ampuero alega que lanzar una antología de poemas depende del "gusto". Bueno, si se refiere al buen gusto, la señora Diana Ibáñez, encargada de "Alegoría
Editores", una empresa hecha casi ex profeso, no habría tenido el poco gusto de lanzar un libro donde Ampuero simplemente se antologa a sí mismo para ser
festejado por una veintena de amigos fotogénicos nulos en conocimiento estético y una pléyade de degustadores de Jack Daniels y martinis agitados, no revueltos, como le gustan a James Bond. Depende no del gusto, en este caso, sino de haber sido anfitrión de polendas en las
ocasiones apropiadas y cuidar siempre el perfil. Así, la societé peruvianne caerá rendido a sus pies, como lo muestra el hecho de haber podido presentar su libro en la Escuela Nacional de Bellas Artes, mientras que jóvenes poetas talentosos tienen que contentarse con algún pub barranquino y darse por bien pagados tras vender 50 o 60 ejemplares.
Pero, de todo lo expresado en esta carta, lo más risible resulta ser haberle llamado "vejete" a Tulio
Mora. Al parecer, el Fitzgerald del Malecón Armendáriz no se molesta en colocarle las velitas a los pasteles de sus birthdays, porque si Tulio Mora tiene 62 años, Ampuero tiene 61. Debería darse cuenta de ello al notar que cada día corre más lento. Y a juzgar por las expresiones vertidas tanto aquí y allá, los dos califican perfectamente para hacer un remake de "Grumpy Old Men", con el respeto que me merece la genial dupla de Lemmon y Matthau.
Espero, eso sí, que la próxima vez que Mora tire una piedra (aunque su nivel ha bajado tanto que la próxima vez será un dardo con cerbatana), los aludidos (porque son muchos) opten por
algo más civilizado que responder con una bazooka, es decir, optar por el camino legal. Hay medios que la ley provee... a no ser que prefieran actuar de acuerdo con la esquizofrenia, ya no de Mora, sino del defenestrado ex presidente del Poder Judicial defendiendo a su ex jefe: "¡Este no es un país de maricas!"

Anónimo dijo...

INSTRUCCIONES PARA EVITAR EL SÍNDROME DE LA PÁGINA EN BLANCO:

1.- Goglea "Poema de amor". Escoge uno y mándaselo a tu enamorada este catorce de febrero. El 15, crea una cuenta de correo electrónico con seudónimo femenino, envíale a tu pareja el enlace de donde tomaste el poema, denúnciate como un despreciable farsante.

2.- Comprate un LCD de 50 pulgadas, cien cuadernos rayados y un montón de lapiceros. Diles a tus amigos que vas a hacer el gran poema peruano, qué digo peruano, humano, universal. De 8am a 1pm, haz escritura automática en los cuadernos mientras ves los sitcoms de la mañana. A final de año, cruza los cables del televisor sobre los cuadernos, deja que se incendie tu casa, huye del país, por correspondencia compra revistas de tu ciudad especializadas en poesía, con facsímiles de lo que quedó de tus cuadernos. Lee los comentarios con fruición.

3.- Publica una antología consultada. Con tu propio nombre, desenmascara dicha antología como una maniobra conspirativa para apoderarse del canon. Refuta tu propia afirmación. Retráctate. Rechaza tus propias disculpas. Empieza una querella legal. Califica dicha querella como una acción de cobardes y rétate a duelo al amanecer en el campo de marte. Preséntate a la hora convenida con tus padrinos y un juego de pistolas de avancarga. Sonríe a las cámaras.

español dijo...
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Eduardo Gonzalez dijo...

Francamente, ya me canso esto. Para que tratar de tomar a Tulio Mora en serio? El que lo intenta, se lleva una seleccion coprolalica completamente gratuita.

Mejor, digo yo, escribimos epigramas, asi al menos nos reimos. De paso, lo invitamos: asi, sin la pretension de que se trata de un debate serio, el chanchito del limonero eructa, hace catarsis y se lleva su cocina Surge. Todos felices.

Anónimo dijo...

COCA-COLA ZERO

Gracioso que cuando los HZ salen juntos a dar entrevistas quieran que algunas afirmaciones se consideren "verdades" y otras "mentiras". Como cuando Caretas una y otra vez los alberga para armar la chacota y el vacilon con sus declaraciones. Si uno dice "mayordomos" eso se usa y se repite mil veces como gran concepto, como gran analisis para entender la conducta de algunos actores de la esfera literaria. HZ da en el clavo! Si el otro
pide pensiones vitalicias al Estado, ah no, no hay que "mentir", eso no lo dijo "HZ", hay que ser "bueno" y "precisar quién lo dijo". O sea, si lo dice el loquito Verastegui, no cuenta. Pero si lo dice el Loco Pimentel, es dogma horazeriano. Que graciosos. Y estamos hablando de la misma entrevista.
Y hace pocos dias Mora cambio “Estado” por “comunidad literaria” para continuar el mismo reclamo: “qué hizo la comunidad literaria cuando murió Westphalen, casi sin un cobre en los bolsillos, lo mismo que Paco Bendezú, Wáshington Delgado y César Calvo, a quien, según se dice, tuvieron que prestarle un terno para enterrarlo y hace poco su madre ha sido estafada por unos miserables que le pidieron su obra inédita sin que le dieran algo a cambio por sus derechos de autor? ¿Qué hace la comunidad literaria por derechos de autor, la jubilación y la seguridad social de los poetas?”.
Pataletas y mañoserias.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

capísimo el penúltimo anónimo.

Anónimo dijo...

HZ ya decidio por nosotros que es poesia y que no. Tipica actitud de dictador de plazuela. Son un bluff completo.
Mora se pregunta que hizo la comunidad literaria ante la muerte y la mala situacion de otros escritores. Pregunta: que hizo Mora por Calvo o por Delgado? Nones.
Dicho sea de paso, este es el reclamo mas surrealista que conozco, porque podriamos extenderlo la comunidad medica, la antropologica, la politica, la musical, la sociologica, la de ingenieros y arquitectos, la de zoologos y entomologos, en fin. Dejen a Mora ahogarse en sus pataletas y sinrazones, dejenlo no mas.

Anónimo dijo...

1.- La pregunta de Mora no va dirigida a Enrique Verástegui -quien tiene salud gracias al cuidado de su familia y de sus hermanos de Hora Zero, pregúntenle a Paul Guillén, y no gracias a Ampuero-: Mora no le pregunta a aquellos que no tienen nada, sino a la "institución", a los académicos que sí tienen fuertes cuotas de poder.

2.- Mora sí ha hecho mucho por los poetas a los que ha podido ayudar, como Verástegui y muchos otros. Mora no es Donald Trump y nunca ha sido ministro ni rector de ninguna universidad.

3.- Mora no es millonario ni es influyente en los ámbitos del poder, además tampoco vive como un vampiro de "estudiar" la obra de los poetas peruanos -por eso hace trabajos para la Coca Cola-, como sì hacen otros que, gracias a eso, "saltan como pulgas" en EEUU -citando a Blanca Varela refiriéndose explícitamente a Chirinos y Mazzoti.

4.- Nadie de Hora Zero ha pedido dinero al Estado. Lo que sucedió fue que en una entrevista en Caretas Enrique Verástegui aclaró que nunca había recibido nada del Estado, y punto. Eso fue luego tergiverzado por G. Faverón para decir que los de HZ pedían dinero al Estado. No es así ni nunca fue así.

5.- Finalmente es una satisfacción ver cómo Fernando Ampuero se quita la careta y el poco de vergûenza que enmascaraba su hipocresía, porque ahora sí puede decir a los cuatro vientos que los de HZ le parecen FEOS y SUCIOS, para con ese argumento decir que la poesía de HZ no vale nada -además de sacar de HZ a Verástegui, que sí es de HZ y siempre lo fue. Ampuero revela lo poca cosa que siempre ha sido, además de mal escritor "inventado" por esa clase social que juzga obras de acuerdo a la "limpieza" y la "belleza" física de los poetas. Por supuesto que ningún clasismo ni racismo de origen colonial se vislumbra en las declaraciones del autor de "Muslo que Subo".

Esta es una simple aclaración, nada más, para advertir a los lectores del encono de Ampuero y de los prejuicios de clase y el resentimiento que lo frundamenta.

Ampuero en el fondo solo envidia terriblemente lo que no tiene él y sí Jorge Pimentel, Juan Ramírez Ruiz, Tulio Mora, Carmen Ollé y Enrique Verástegui: muchos poemas memorables y una obra poética brillante.

¿A quién debemos de creer en el juicio a Hora Zero, a Fernando Ampuero o a Roberto Bolaño?

Es patético cómo el resentimiento a HZ sigue, simplemente porque se envidia una vida y obra vitalista, orgullosa de sí misma, de sus proporciones vanguardistas y modernas, de su ruptura con la tradición.

HZ nunca va a perdir permiso para informar a la opinión pública sobre "investigaciones" que perpetúan una tradición excluyente, "estudios" que pretenden contar con la aprobación de los agentes culturales nacionales, pero para los que ni siquiera se ha elaborado perfiles que permitan discernir sobre qué personas debería consultarse en la formación de un supuesto canon.

Si se mira bien, el manifiesto de Mora y Pimentel es coherente porque ellos cuestionan -burlándose, y sin solemnidad ni "buenas maneras" que dejen entrever una pedida de "perdón" por el cuestionamiento que hacen- la perpetuación de la exclusión desde el centralismo, de acuerdo al espíritu que lo animó como movimiento descentralizado desde sus orígenes. -NO, entiéndannlo bien, Pimentel y Mora están más cerca de Jhonny Rotten que de Fernando Ampuero.

Saludos, y por favor, Sr. Faverón, trate de sacar a su blog del sótano en el que ha caído -en buena medida por su propia responsabilidad-, del grado cero de la discusión intelectual.

Anónimo dijo...

Solo por curiosidad: quiénes no han respondido la encuesta? Sin malicia, solo por curiosidad.

tulio mora dijo...

Quisiera hacer algunas precisiones a los autores de algunos comentarios inteligentes que aparecen aquí y a quienes agradezco:
1) Desde 2006 no trabajo con la empresa asesora de comunicación de Coca-Cola y otros clientes. Hoy me desempeño como consultor independiente de empresas privadas y Ongs como el PDA, la U Católica, IPYS, incluso del Estado.
2) Reconozco que Jorge Pimentel y yo usamos adjetivos a nuestros cuestionamientos a los autores de la antología consultada porque los señores CLD y Chueca ya habían manifestado en un estudio anterior que Pimentel era un recitador y no el gran poeta que es en estos 40 años. Chueca hizo lo mismo en un artículo de 2006 republicado en 2010 donde cita dos fuentes, Mazzotti y Quijano, a quienes respondí en su momento, pero no incluye mis respuestas a ellos. ¿Eso es crítica seria?
3) A pesar de los adjetivos está demostrado que todos los argumentos que dimos son objetivos y acertados. O sea que nunca hubo polémica desde nuestra última respuesta de la Banda de los Cuatro. Lo que siguió fue protagonismo de gente que no demostró solvencia en el tema.
4) Una pregunta pendiente a la Banda de los Cuatro: ¿cómo seleccionarán los poemas? ¿Lo harán siguiendo los resultados de la encuesta, por ejemplo: Watanabe tendría 10 poemas, por haber alcanzado 103 menciones, y así sucesivamente? Este criterio sería lamentable ya que poetas de la calidad de Sánchez León, con por lo menos dos grandes libros, y que extrañamente no aparece en el ranking, tendría menos poemas que Irigoyen o Domingo de Ramos.
¿O la Banda de los Cuatro elaborará esa selección independientemente de los resultados? Esto demostraría que la encuesta no sirvió de nada porque sus procesadores algunas veces respetarán la opinión de los 123 consultados (también demostramos que no todos estaban “calificados”) y en otros casos se colocarán como un ente superior, como "los científicos" , algo que no estaba entre sus objetivos: “evaluar la percepción de la comunidad literaria sobre la poesía de estos últimos 40 años”.
4) La duda invalida la 2ª pregunta por la cual la muestra ("libros decisivos") desenmascaró la impropiedad de medir el gusto. Citando a Octavio Paz, que a su vez citó a Borges, salvo extraordinarias excepciones (Homero, Dante, Milton, Góngora de las Soledades o Vallejo de Trilce), los poetas son recordados a veces solo por un poema. Ese es el objetivo de una antología, medir la calidad del gusto del antologador, por discriminador que sea, ofreciéndonos “su” selección de poetas. El 2º es ofrecernos las modificaciones de la palabra en el corte temporal estudiado, lo que lleva implícito una voluntad canonizadora porque está asociado a la tradición literaria, como entendía Eliot: recreación, continuidad, también negación (esto fue lo que hizo HZ) de los paradigmas en un proceso dialéctico continuo.
A más de 100 años de la tesis de Riva Agüero ("El carácter de la literatura en el Perú independiente, 1905) hoy nadie duda que tenemos un corpus que nos permite sostener la existencia de una tradición. ¿Pero cómo mostrar las contrastes de la palabra? Es lo que no se hace desde 1970 porque los antologadores (y ya suman decenas) no recurren a los instrumentos multidisplinarios adecuados. Los más aproximados fueron Mazzotti y Miguel Angel Zapata, en “El bosque de los huesos”, pero el primero desperdició en su estudio introductorio la extraordinaria oportunidad de reordenar el canon al negar, por animadversión, la importancia de HZ. Quijano y Chueca han hecho lo mismo. Qué diferencia con el inglés David Wood para quien HZ ha aportado la incorporación de la cultura popular. La Banda de los Cuatro pudo hacerlo pero al ampararse en la falacia del valor "científico" (más concretamente: rankero) acabó matando su proyecto.
Será para otra vez cuando quien se coloque detrás del mostrador sea más amplio en la inevitable tarea de discriminar sin vendettas ni afán de protagonismo.

Anónimo dijo...

Bue... ¿No que ya no ibas a hablar?

sergio dijo...

...la sempiterna pelea entre cholos y pitucos!!!!
cuando cambiara mi querido Peru.
s.

Daniel Salas dijo...

Carlos: Lamento lo que has escrito aquí y lo lamento especialmente porque en otros contextos has mostrado lucidez. Creo que en tus últimos comentarios y otras discusiones en las que te he visto involucrado veo una confusión que, lo digo en serio, me parece sumamente peligrosa y empobrecedora. Me refiero a tu tendencia a la autocomplacencia como medio reivindicativo de aquello que es en realidad una manifestación precaria.

Yo encuentro dos formas de reivindicar la producción estética peruana. Una es señalar nuestras posibilidades y promover el desarrollo de nuevas ideas, de nuevos espacios y de nuevos criterios. Esta tarea no es sencilla porque implica estudiar, incentivar, criticar y plantear un nivel de discusión distinto del que tenemos en el Perú.

La otra manera es la que me parece sumamente perjudicial pero es la que pareces defender: no se trata de exigir, de fomentar, de tomarse en serio las discusiones sobre el arte y la literatura sino de una operación más bien demagógica, que consiste en construir un discurso ad hoc para valorar lo que no ha sido valorado. No es que las declaraciones de Mora y Pimentel sean calamitosas por su ausencia de argumentos y su abundancia de adjetivaciones, que incluyen insultos homofóbicos, sino que la crítica no los comprende debidamente y quiere reducirla a sus cánones; no carecemos de importantes corrientes en el teatro, la danza y la música pues en realidad existe si redefinimos el valor de los circuitos marginales o domésticos.

Me pregunto: ¿cuál de las dos maneras de someter a crítica estos asuntos aporta más al desarrollo del arte peruano?

Con el fácil recurso de deslizar la acusación de fascista a un crítico recaemos en una nociva autocomplacencia que consiste en dar vuelta a la tortilla para decir que nuestras deficiencias en realidad son grandes recursos y que nuestros vicios son extraordinarias propuestas.

Imponerse metas no es fascista, Carlos. Plantear el debate en términos más juiciosos y menos de propaganda no es fascista. El repudio que cualquier persona sensata siente contra el fascismo no puede convertirse en una aplanadora para transformar lo mediocre en brillante y el gesto lumpen en vanguardia antisistema. Nuestra pobreza no puede ser considerada en ningún caso una virtud.

Anónimo dijo...

A Fernando Ampuero lo recordarán en Lima solamente.